Sky Runner 2011

Como algunos ya sabéis, en agosto estuve en el Parc Nacional d’Aigüestortes, participando en la Sky Runner, la que era mi primera «Sky Race» (carrera en alta montaña).

¿En qué consiste la Sky Runner?

La Sky Runner es el nombre que recibe la travesía Carros de Foc en su modalidad 24h, es decir, los participantes tienen 24 horas para realizar un recorrido que se hace en 3 días a paso muy ligero, en unos 5 días a ritmo normal y en unos 7 días en modo relax. El total de la travesía son unos 65-70 kms dependiendo del recorrido exacto que realizas, pero lo importante es el desnivel, unos 10.000 metros de desnivel acumulado, 5.000 metros de desnivel positivo aproximadamente. Es una pequeña locura, eso sí, en la que es para mi la mejor zona de montaña de España.

¡¿Por qué me apunto?!

Decidí participar aproximadamente en abril del 2011 cuando le expliqué a un amigo sobre la existencia de la prueba, me dijo «¿Nos apuntamos?», y yo… ¡no sé decir que no! Pensé… «Why not?!», un nuevo reto, ¡un gran reto!, una oportunidad de tener un objetivo claro para el que entrenar, y sabia que la persona que me lo estaba proponiendo tenía un nivel muy alto, y para superarte tienes que rodearte de personas que estén a tu nivel o en un nivel superior.

Forfait Sky Runner

¿Cómo preparé la prueba?

Mi nivel de running y alta montaña en esos momentos no era muy bueno, simplemente tenía la base de una persona que realiza deporte de manera frecuente pero sin un entrenamiento específico.

  • De abril a mayo tuve en mente la prueba, y de vez en cuando salía a correr de 6 a 10 kms, no tenía tiempo, ni había marcado ningún programa que seguir, algo totalmente necesario
  • En junio seguí sin hacer grandes evoluciones pero estuve 9 días dando la vuelta a Menorca en kayak, eso no ayudó demasiado a mis piernas, pero si que me puse en buena forma y cogí mucha fuerza mental porque cada día de travesía era un reto
  • Ya en julio mi compañero de aventura me pasó su programa de entrenamiento y me subí al carro (nunca mejor dicho), consistía en 5/6 días de running a la semana, alternando distancias cortas (10 kms) con tiradas más largas normalmente en fin de semana, de 18 a 25 kms. No fué facil pasar de no entrenar a hacer algo tan estricto, pero lo hice, y en 3 semanas conseguí una evolución genial con un fondo bastante bueno
  • A finales de julio tuve una semana de descanso, de turismo en Lituania (aunque algún día también cogí las bambas). A la vuelta entrené seguido durante unos días, descansé otro, y me puse a prueba con una ruta que quería hacer desde hacía tiempo, desde las Franquesas del Vallés (232 m altitud) hasta el Matagalls (1699 m altitud) y volver, con un total de 67 kms recorridos. Me llevó unas 12 horas y acabé con las rodillas destrozadas, durante 2 días sufría subiendo cualquier escalera, pero fué un buen test con un desnivel acumulado de unos 4000 metros, nada mal para hacerlo en 12 horas
  • Las 2 primeras semanas de agosto estuve entrenando de manera regular, siguiendo el programa, aumentando el desnivel e intentando ir a correr en zonas de montaña
  • Durante la tercera semana de agosto estuve enfermo con fiebre, una faringitis, una lástima porque era una semana bastante estratégica por la proximidad a la prueba, que era el 26 de agosto. De todos modos no había espacio para lamentaciones y una vez recuperado, aunque sintiéndome bastante más débil entrené lo que pude, 2 días a ritmo lento, y llegó el momento esperado de marchar hacia la Vall d’Aran

La logística

Empezaríamos la prueba desde el refugio de Restanca (mapa de la travesía), desde ahí queríamos dar la vuelta pasando por los 9 refugios en sentido antihorario. A las 17:00 nos encontramos en el parking más cercano a Restanca, finalmente eramos 3 personas en el grupo y además ahí coincidimos con otro amigo que se uniría (¡casualidades de la vida!). Después de una horita de andar a paso ligero llegamos al refugio, comprobamos que tenemos todo lo necesario para mañana, y a cenar, se respiraba Sky Runner, estaba lleno de locos por la montaña y el deporte. Hacia las 22:30 a intentar dormir, misión imposible en un refugio, ronquidos, gente que entra de la habitación, gente que sale, ahora abren la ventana, ahora me levanto yo y la cierro… total que creo que dormí unas 6 horas y a trompicones.

El equipamiento necesario

  • Bastones. Muy importantes para la mayoría de participantes en este tipo de pruebas, evitan sobrecargas en las rodillas, tienes que estar muy fuerte e ir a hacer tiempo si vas sin bastones
  • Calzado. Importantísimo, unas buenas zapatillas de trail running. Mizuno en mi caso, unas Wave Ascend 6
  • Mochila. Tema delicado, tienes que intentar ir ligero pero con espacio para todo, y que permita hidratación accesible, ya sea con tubito o con botellas muy a mano. Después de mucho mirar escogí una Salomon, la Skin 5 Slab, de 5 litros de capacidad
  • Mallas. Creo que es la mejor opción para intentar evitar rozaduras en estas distancias tan largas, unas 3/4 es una solución bastante buena para no pasar mucho frío durante la noche ni demasiada calor durante el día
  • Camiseta técnica. De tirantes, manga corta o manga larga dependiendo de la previsión de temperaturas
  • Goretex. Para el viento y el frío
  • Frontal que sea ligerito y que ilumine bien
  • GPS, la ruta está señalizada pero es muy fácil perderse, y muy comprometido, sobretodo por el esfuerzo extra que puedes tener que hacer si te pierdes
  • Si hay previsión de lluvia es muy importante ir preparado, darle un extra de abrigo a la ropa que seleccionemos y llevar una cubierta para la mochila si no es impermeable
  • Elementos varios: gafas de sol, compeeds, geles o pastillas isotónicas, buf, calcetines de recambio, etc.

Que empiece la prueba

5:50 de la mañana, suena el despertador. Me levanto cansado pero con ganas, una ducha y a desayunar para coger fuerzas. Son las 6:45 y ya hay cola para sellar el forfait con la hora de salida, cada refugio es un punto de control para certificar que haces la travesía sin atajos. Decidimos esperar a que se vaya la marabunta inicial y salir a las 7:30 aproximadamente, empieza la aventura, quedan 8 refugios nuevos por delante y la vuelta al refugio de Restanca.

  • Restanca – Ventosa i Calvell: nuestro grupo se divide en 2 partes de una manera muy clara. Quedo en el más rezagado, creo que aún estaba algo débil de la mala semana que pasé días atrás con fiebre y antibióticos, pero para nada servía lamentarse. El primer grupo nos tuvo que esperar unos 10 minutos, comemos algo rápido los recién llegados y seguimos
  • Ventosa i Calvell – Estany Llong: en esta parte del recorrido hay que superar un gran desnivel y un tramo bastante técnico, el coll de Contraix, en el que tienes que ir pasando entre grandes bloques de piedra, la falta de práctica en este tipo de terreno hace que me retrase mucho y esta vez nos dividimos en 3 grupos, eso sí, las vistas desde arriba del Contraix son magníficas.Vistas desde el Coll de Contraix Cuando llego a Estany Llong estoy solo, me desmoralizo bastante, no tenía pensado hacer esta prueba tan larga en solitario. Tomo varios vasos de isostar, fruta y barritas de cereales con chocolate, me decido a seguir sin estar del todo convencido
  • Estany Llong – Colomina: durante la primera parte de este tramo estoy más rato lamentándome de los quilómetros tan duros que me quedan por delante en solitario que disfrutando del paisaje y de la experiencia. Por otro lado empieza el cielo cada vez está más oscuro, parece que la previsión meteorológica se cumplirá y empiezan a caer las primeras gotas. Con el paso de los quilómetros viene a mi cabeza la dureza del entreno de los últimos meses, y también pienso en todas las personas que me han animado y están pendientes de mi aventura. Me decido a disfrutarlo, cojo mi iPod y pongo música cañera, ¡mi moral vuelve a estar alta y avanzo decidido de lo que hago! Irónicamente, me pierdo, cuando llevo un rato sin ver ninguna señalización consulto la ruta en el GPS y confirmo mi error, pero consigo retomar el camino correcto sin haber perdido poco más de 15 minutos. Llego a Colomina en donde me esperan caldo, macarrones, barritas y caramelos. Desde este refugio hay unas vistas increibles, después de entrar en calor sigo adelante
  • Refugio de Colomina
  • Colomina – Josep Maria Blanc: cuando salgo de Colomina siento de nuevo el frío, qué bien se estaba dentro del refugio… El trayecto sigue rodeando el lago de Colomina, aunque hace frío y el sol nos ha abandonado el entorno es maravilloso, pienso en volver de nuevo para realizar la travesía con tranquilidad. Me encuentro delante de un pequeño cuello de montaña que tengo que superar y justo en ese momento se pone a llover algo más fuerte, no es muy agradable pero sigo sin pensármelo, no es muy largo. Ya superado el primer cuello y unos cuantos quilómetros más adelante, me encuentro con el «Pas de l’Ós», otro cuello de montaña como el primero del Contraix, con bloques grandes que hay que ir superando poco a poco, empieza a llover cada vez más fuerte. Sigo avanzando y a media subida el viento, la lluvia y el frío son inaguantables, cada vez va a peor. Me duelen las manos, las tengo congeladas, escondo una de ellas dentro del paravientos y cojo los palos con la otra, intentando superar los bloques de piedra como puedo, no encuentro ningún hueco donde protegerme hasta pasado el temporal, es de miedo estar en esa situación y no ver a ningún otro corredor cerca. En ese punto llevo unas 9-10 horas de carrera, intento ponerme un chubasquero largo que llevo de reserva, no sirve para nada, es demasiado endeble y el fuerte viento no facilita la tarea de colocármelo correctamente, con este intento de protegerme de la lluvia he conseguido congelarme del todo, estoy tiritando y respiro muy fuerte y rápido causa del mismo frío que siento. Me pongo a correr como un loco hasta arriba del cuello, cuando lo supero aún llueve fuerte pero la zona peligrosa está superada, y veo a la lejanía otro grupo de corredores, tengo que atraparlos y juntarme a ellos. A los 15 minutos ya los tengo, somos 7, uno de ellos va muy lento con la rodilla lesionada, el ritmo es inferior a lo que debería pero almenos no voy solo. Dado el frío que estoy pasando, decido abandonar en el próximo refugio. Por fin, y ya sin lluvia, llegamos a Josep Maria Blanc
  • Josep Maria Blanc – Mallafré: sí, ¡finalmente sigo! en el refugio bebo unos 5 vasos de caldo bien caliente para entrar en calor, no puedo ponerme ropa seca porque no llevaba cubierta impermeable para la mochila, y está todo empapado. Utilizando servilletas seco todo lo que puedo mis calcetines y sigo la aventura con mi nuevo grupo, aunque el lesionado ha abandonado el ritmo sigue siendo algo lento, de todos modos tampoco podría apretar mucho más, aunque no me guste el frío que he pasado me ha dejado sin mucha energía. Este tramo debería ser rápido, estamos en una pista ancha sin gran desnivel, pero no corremos, andamos rápido, de todos modos no quiero separarme del grupo dado que me han acogido cuando lo estaba pasando mal. Mi intención vuelve a ser la del abandono en el próximo refugio, está siendo muy duro seguir con ese frío, sin haber podido ponerme ropa de recambio y con el cuello resentido. Se agradecen las conversaciones que vamos teniendo mientras anochece, llegamos al siguiente refugio ya en la total oscuridad de la noche, cuál grupo de luciérnagas cansadas. Mallafré es un refugio pequeño, cuando entramos nos llevamos un golpe de calor importante, es la hora de la cena y los excursionistas están en la mesa, la sensación es de que te miran como si fueras de otro planeta y entre ellos se explican que estamos haciendo todo el recorrido en 24 horas, como si no fuera posible. Entre unos y otros nos forzamos a comer rápido y seguir, si nos retrasamos más es imposible que acabemos a tiempo.
  • Mallafré – Amitges: con sólo abrir la puerta del refugio te das cuenta de que va a ser duro, la humedad de la lluvia ha intensificado el frío. La travesía sigue, pasamos por el conocido «Estany de Sant Maurici», y tiramos pista arriba, este tramo será todo de subida pero nada técnica, la noche es increíble, el cielo está lleno de estrellas, por tanto no hay nubes, no volverá a llover. El tramo es sencillo y lo conozco de haber venido en julio a hacerlo, pero ahora vamos a la mitad de velocidad o menos aún, me gustaría apretar más para entrar en calor pero ni quiero abandonar el grupo ni hacer la ruta en solitario sin saber lo que me voy a encontrar. A medida avanza la noche la temperatura baja llegando a unos cero grados. Ahora sí, esto está siendo muy desagradable, al ritmo que vamos no entro en calor y cada vez tengo más frío, les digo a mi grupo que voy a avanzar más rápido hasta el refugio porque tengo hasta los huesos congelados, llevábamos mucho tiempo en silencio, creo que el abandono estaba en la mente de todos.

Aproximadamente a las 15 horas de carrera y a 3 refugios del final entro en el Refugio de Amitges, necesitaba escapar del frío y por mucho que lo sienta, abandonaré definitivamente, justo hace una semana me recuperé de una faringitis y mi cuerpo en general vuelve a resentirse y en especial mi cuello, además desconozco si en los próximos tramos pueden bajar aún más las temperaturas o aumentar el viento. El resto de compañeros deciden abandonar también y nos tomamos juntos una merecida cena 🙂 ¡el año que viene no se nos escapa!

El día después me despierto con fiebre y cansadísimo, hice bien en abandonar, cogemos el taxi todo terreno que nos baja hasta el pueblo de Espot, y ahí la mujer de uno de los compañeros nos acerca al parking desde el que subimos a Restanca de nuevo para recuperar nuestras mochilas de la primera noche. Hecho, no estoy satisfecho y la misión no está cumplida pero he aprendido dos grandes errores:

  • Aunque sea pleno agosto, las previsiones de lluvia en alta montaña implican llevar un equipamiento adicional para protegerte debidamente
  • Hay que acordar con tus compañeros de travesía lo que vais a hacer si alguno va más lento, ¿esperáis? ¿dividís el grupo?

Aquí no acaba todo, viene lo mejor, me dirijo a Les, donde recupero fuerzas con una buena comida y después me voy a las Termas Baronía de Les, donde he reservado hora para un buen masaje y el disfrute del circuito termal, curiosamente no utilicé ninguna de las duchas frías ni los jacuzzis con temperatura más baja, ¡aún sentía el frío en el cuerpo!

Termes Baronía de Les

Sky Runner… esto no quedará así, ¡volveré!

PD importante: muchas gracias a todos y todas los que me apoyaron y animaron en esta aventura 😀